Tras revisar los datos arqueotanatológicos registrados desde el siglo diecinueve y realizar el análisis bioantropológico de todos los componentes esqueléticos humanos correspondientes, exponemos por primera vez un análisis integral del patrón mortuorio de Palenque-Lakamha’, cuya monumentalización data del Clásico Maya. Describimos la amplia distribución de sepulturas en los diferentes sectores del asentamiento, el elevado número de edificios dedicados a las prácticas funerarias, la preferencia por el uso de cistas, la frecuente colocación de más de un individuo en el mismo espacio sepulcral y la estandarización de la posición extendida en decúbito dorsal, con orientación al norte.
Un aspecto sobresaliente es el reingreso a los sepulcros, particularmente en entierros colectivos, depositados en contenedores de piedra, que presentan remoción, desplazamiento o ingreso de muertos y/o artefactos. Además de la identificación de esta secuencia funeraria que explica la desviación del patrón mortuorio, se propone una interpretación basada en datos etnográficos para entender la interacción entre vivos y muertos.
La distribución de los sepulcros, la prominencia de la actividad post-inhumación y los datos iconográficos y epigráficos sugieren que Palenque-Lakamha’ pudo haber sido un lugar vinculado al pasaje liminal hacia el inframundo, donde la frecuente interacción con los muertos y el importante número de mausoleos permitía entablar diálogos con el sagrado y, por ende, renovar los ciclos cósmicos.